SUSTANCIAS FARMACOLOGICAS y como afectan
Las sustancias farmacológicas pueden considerarse como aquellas que afectan de forma negativa a la bioquímica del cuerpo. El mito de que la placenta actúa como una barrera total, evitando que las toxinas de la madre alcancen al feto, desapareció con la tragedia de la talidomida. Menos conocido es el hecho de que tomar dos o más sustancias juntas (como alcohol y somníferos, alcohol y marihuana o cigarrillos y café) pueden incrementar el peligro para el feto. La mayoría de las mujeres que están embarazadas son conscientes del riesgo que suponen para su hijo aún no nacido los medicamentos con y sin receta. Uno de los efectos más perjudiciales de cualquier sustancia farmacológica, tanto si es con receta, autoprescrita, aceptada socialmente (como el café, el alcohol o el tabaco) o una droga de consumo ilegal, es el que tiene sobre el estado nutricional del consumidor. Algunos nutrientes esenciales, vitaminas y minerales se absorben mal y otros se excretan. Por tanto, se produce un efecto de doble unión. Aunque el peligro potencial de muchas sustancias farmacológicas puede reducirse mediante una nutrición óptima, la deficiencia resultante por su consumo significa que se puede tolerar una menor cantidad de la sustancia farmacológica con seguridad.
En especial, el consumo de marihuana, cocaína y heroína en el embarazo se ha relacionado con bebés de bajo peso al nacer, anemia, mortinatos, desprendimiento de placenta, parto prematuro, anomalías congénitas y síntomas de abstinencia en el recién nacido. Todo esto se aplica por igual a ambos progenitores y es fundamental en el período que culmina en la concepción. Cualquier deficiencia nutricional puede provocar anomalías o una mala motilidad de los espermatozoides, lo que causa infertilidad o aborto espontáneo.