La voluntad no es el factor determinante en la pérdida de peso. Incluso con las mejores intenciones, las personas que hacen dieta están sujetas a la ley del esfuerzo reversible: cuanto más se ponen a dieta, ¡más piensan en comer! Por eso es preferible que te sirvas del funcionamiento inconsciente positivo para alcanzar tus metas. La conciencia y las actitudes apropiadas serán el marco de tu esfuerzo, y la sugestión y la hipnosis actuarán como beneficiosas herramientas para el cambio. PREPÁRATE
Comienza a perder peso suspendiendo los esfuerzos de ponerte a dieta durante al menos una semana. Come como harías normalmente si no estuvieras a dieta. Observa objetivamente tu forma de comer. No es una invitación a darte todos los gustos sino una propuesta para que surjan tus tendencias naturales. ¿Que sucede? No intentes cambiar aún. Nota como experimentas la acción de comer y cuáles son tus patrones. Si lo deseas, anota tus observaciones en una libreta. EQUILIBRA TU DIETA
Busca información sobre nutrición y dietas apropiadas, e investiga lo máximo que puedas sobre los alimentos y sus efectos sobre el organismo. Verifica las fuentes, y si es necesario consulta a expertos, para tener la máxima certeza. Averigua cuales son los requisitos nutricionales de determinados deportes o actividades. Incluye tus propias interpretaciones y conocimientos. Una vez que hayas recopilado la información, crea una dieta equilibrada que incluya todos los grupos alimentarios y por supuesto, siempre teniendo en cuenta tus gustos personales. No comiences hasta que hayas finalizado la semana de observación y te sientas preparada para comprometerte plenamente. MEJORA AÚN MÁS
El ejercicio adecuado incrementará notablemente la pérdida de peso y mejorará tu salud. Investiga sobre los beneficios de la actividad física. Aprende con cuánta frecuencia debes practicarla y qué tipo es más conveniente para ti. Si eres una persona sedentaria, piensa en dar un paseo de quince minutos diarios. Si ya realizas alguna actividad física, incrementa un poco más su duración o la intensidad de tus entrenamientos. Sé moderada en los cambios, pero hazlos. En una ocasión, al tratar a una persona que comía en exceso simplemente le pedí que diariamente saliese a comprar los alimentos que pensaba comer. Todas las mañanas debía caminar hasta la tienda y comprar la comida para esa jornada únicamente, lo cual le exigía un compromiso absoluto con el proceso y disponer de más tiempo. De esta forma, pusimos a prueba su determinación. Si estás dispuesta a seguir este método no dudes en hacerlo, ya que es una buena forma de evitar comer en exceso que además requiere tu cooperación personal hacia el interesante proyecto que estás a punto de comenzar.
Mi consejo profesional y personal: Disfruta de los cambios que provocas y aprende de ellos para crecer mas como persona.
Centro Luri acupuntura y naturopatía. Zaragoza